El tejido es un lenguaje que ha logrado establecer un puente entre el dolor y la memoria, entre la sanación y la creación, por eso, diferentes procesos principalmente de mujeres, lideran costureros colectivos donde se tejen historias sobre la guerra, el desplazamiento y la esperanza. Narrativas de memoria entre las que señalamos el Costurero de la Memoria del Centro de Memoria Paz y Reconciliación y El Costurero liderado por Marina Salazar en el barrio Corinto, Suba. Los costureros de la memoria son espacios de acompañamiento a víctimas de desplazamiento forzado, desaparición forzada, violencia sexual, ejecuciones extrajudiciales y otras vulneraciones a la vida, donde a través de artes como el tejido, entre otras, se elaboran experiencia creativas para trabajar los duelos y memorias de familiares de víctimas. También han realizado acciones artísticas en espacios públicos que dignifican la memoria de las víctimas y el papel de las mujeres que exigen justicia contra la impunidad.